lunes, 8 de abril de 2013

No más letras.

Me voy de ti, con mis dolores y mis pesares, con mis gritos y mi mal humor. Me llevo también todos los atardeceres y todas las mañanas que compartimos y hasta esos sueños sin cumplir.

Tal vez olvide preguntas, enredos y uno que otro mal entendido, pero con el tiempo pasarán de ser nudos y silencios para convertirse en objetos desgastados y olvidados. Nunca supe como dejar de perderme y en el intento nos perdí a los dos. Te libero de cualquier karma o pesar, de mis necedades, de mis ganas y hasta de las contradicciones que pude llegar a protagonizar.

Te dejo esa imagen de mi cabello largo, rizado y enredado entre tus dedos. Esa que tanto te gusta  evocar. No debo olvidar mi conciencia, ni  las múltiples caídas y mucho menos tus enigmáticas y sorpresas llegadas, por que se que jamás volverán y es que las huidas siempre han sido inevitables.

Me voy por que jamás supe como olvidarte.

Y así al alejarme, podré amarte menos y olvidarnos un poco.

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