A veces piensa que en sus venas ya no queda nada, pero no sabe como explicarlo, nota cambios en su manera de sentir, descubre nuevas obsesiones y vuelve a caer. Y es que ya no hay remedio para esto, por que aun se retuerce, aun recuerda, aun extraña la felicidad desperdiciada en esos días que no saben como volver.
Como amaba morder sus labios, como amaba gritar en silencio lo mucho que lo había estado esperando. Mientras el se negaba por el miedo a querer algo que no podía comprender. Pero aún ahora, nada se ah detenido, todo vuelve como una contaste y dulce ilusión. Aun despiertan por las mañanas sabiendo que alejarse fue la mejor decisión tratando de no sonreír cuando un recuerdo los toma por sorpresa.
Cuando entenderás que de nada sirve culparle por los nudos que desde antes habitaban en tu cabeza.
