Día 1:
Es como si algo hubiera dispuesto
de todo y de repente tuviera que vivir
una nueva vida, sin saber cómo ni por que todo lo que formaba parte de mí día a
día se me hubiese arrebatado entre sueños. Esta realidad me sabe un tanto
falsa, un tanto ajena. Hasta mi propio cuerpo me resulta extraño.
Es como si estos ojos ya no
fueran míos como si observara a través de la mirada de alguien más y así como
es difícil de explicar es aun más difícil de entender esta mi nueva
condición.
Día 4:
«Algunas Geometrías Interiores
Desordenadas»
F. Woodman.
Llegas, me seduces, con esa mirada tan triste, tan fría, tan tuya;
y me llenas con tu melancolía, esa que algunas veces duele y otras tantas me
hace sentir completa.
{Inspiración}
Ciertas partes de mi han decidido
borrar el pasado, lo bueno y lo malo, ya no existe nada de eso almacenado en
mis recuerdos. El alma herida ha mordisqueado al olvido y este se ah vengado en
el instante mismo que conoció a la desilusión.
Y aquí me encuentro yo, sin pasado y sin destino enfrentando a un
presente un tanto abandonado. Aun aferrada a los recuerdos robados al olvido.
Ahora convertidos en inestables y caprichosos sueños. Tan difusos como las
nubes en un suspiro.
Día 13:
No hay nada más que hacer cuando el
cielo no parece perdonar, el tiempo te devora, solo hay pesadillas y vas
desechando mil maneras de volver. A veces pienso que es peor esta absurda
realidad. Evita el silencio pues suele ser demasiado cruel y este instinto no
resistirá una lágrima más.
Le necesito, de una manera tan
extraña, desde su partida hasta el tiempo dejó de tener algún significado, ya
todo me sabe innecesario. Es como si el tiempo transcurrido se desvaneciera y
ninguno de mis días tuviera sentido ni razón de ser.
Día 20:
Llevo estas palabras enredadas en la
memoria que ahora se deshacen de mi cuerpo como un dulce abandonado por las
manos del amante. Un sonido que invade mis silencios, luego las sombras se
estrellan sobre mi piel devorando con sutil lujuria, luego me convierto en
reflejo, y así mi rostro permanecerá en las memorias de algunos curiosos.
By: Pandora Belmont ♥